Otro #MartesDeGayosso y otra vez me siento frente al bonito monitor, frente a este teclado que me hace cuestionarme, preguntarme y sobre todo dudar de como poder decir lo que mi mente quiere contar. Ya que como bien saben algunos mi mente es un laberinto de ideas y conceptos.
Pero, hoy, me vuelvo a enfocar en eso de romper la barrera de página en blanco. Ya que es una aventura organizar los conceptos para al bajar las ideas estas cobren el sentido que uno quiere comunicar. Por ejemplo en mi caso las ideas en mi mente suelen ser "pe re cio sas", como dijera una gran señora, pero al momento de plasmarlas me como comas o me como palabras.
Se ha trabajado en mejorar esos detalles. Tan mal no creo estarlo haciendo pero es un ejercicio de praxis para mejorar y tener en punto el musculo creativo y la facilidad de romper los bloqueos.
Escribir es un oficio que se aprende escribiendo.
– Simone de Beauvoir
Pero en fin no dejo de ser humano, persona y a la vez oso. Pretextos ya no puedo decir para que este espacio no tenga letras y páginas. Nació este espacio por una tarea y ha tenido rachas de contenidos. Y recemos a los santos así continuar por que es un desfogue romper la página en blanco.
El último de estos retos, además de alimentar este espacio, ha sido el de recuperar los textos que pertenecen a #ComoDueleAmarteAsí la última locura literaria que conoció mi querida madre pero que por los giros del destino sufrió cambios, se perdieron textos y ahora estamos trabajando en terminar lo que nació como un reto personal y que puede ser un proyecto con mayores aspiraciones.
Si bien los cambios son buenos, estos se vuelven retos. Pero confieso que tengo un cierto temor de volver a armar ese rompecabezas que si bien me trajo alegrías hoy ya lo veo con otros ojos, de no solo armar el tejido con el sabor con el que fue pensado, sino ahora, tengo un mayor reto para conmigo de entregar una mejor versión de lo que existe para que cuando llegue a la siguiente fase de la producción los ajustes sean los menos.
La escritura no es producto de la magia, sino de la perseverancia. – Richard North Patterson.
Pues si ... se cumplieron seis desde aquel día. Pero en fin lo que hoy en este #MartesDeGayosso es que a pesar del tiempo no extraño la montaña de mensajes en esa famosa aplicación que recibía a diario.
Podrás decir, ¡Qué intenso José Luis!, pero queridxs despertar y ver más de veinte mensajes y que de esos no sea de tu interés alguno es neta muy molesto y me llenaba de cierta ansiedad.
Vale la aclaración que si bien me gustaba lo que hacía, pero, estar pegado al móvil casi 18 horas si me ponía muy ansioso. Ya que por ser, encargado de equipo, debía estar pendiente de los veinte grupos en los que me sumaron pese a que la comunicación no era del todo de mi interés. Por ejemplo en alguna ocasión llegue a casa sin mensajes, literalmente, me dormí y al despertar tenía la bonita cantidad de 20 mensajes por leer.
La vida no se trata de esperar a que pase la tormenta, si no a aprender a bailar bajo la lluvia.
Durante estos días que se volvieron meses, confieso, no extraño la intensidad de esos grupos de whats. Mi mente se encuentra más tranquila. Esa ansiedad que me domino un tiempo poco a poco ha desaparecido.
Valga el recuerdo de estar tratando de dormir y con luces apagadas revisar que no estuviera algún reclamo por mensaje o peor aún estar de vacaciones y no dejar de estar pendiente de esa aplicación por todos conocida.
Pero en fin cuando el destino dio el cambio que tanto pedí para buscar mejorar. Más tarde en salir del edificio donde aprendí cosas, me conocí y me sobrepuse a otras en ver las múltiples notificaciones de que mi número había sido borrado de tantos y tantos grupos de whatsapp.
Pensamos mucho, sentimos muy poco
No extraño su intensidad, vaya que casi me acostumbro a ella, pero por suerte la toxicidad se ha ido por el momento. Ahora bien que lo venga sin duda será mejor por que de errores se aprende y esa es una máxima de vida.
Existen obras de teatro: que nos atraen por su elenco, por la dirección o por la promoción que reciben. ¿Pero que sucede cuando una obra de teatro se te antoja ver nada mas por el título? Y puede ser confieso que por una de las anteriores.
La producción de “La Güera, Rodríguez” a cargo de Jorge Ortiz de Pinedo y su hijo; desde meses antes del estreno el pasado 20 de Agosto, nos regalaron varías vallas promocionando esta puesta con motivo de las celebraciones conocidas por todos.
He de confesar con agrado que desde que tuve noticia de la adaptación y puesta en escena del texto de Federico Schroeder; me dieron ganas de verla por el hecho de retratar a un personaje pocas veces conocido dentro de nuestros años escolares y además por el morbo, he de confesar, de ver a Chantal Andere en algo que no es melodrama.
Esta producción que desde un principio te recibe en un teatro Helénico que desde que entras ya te comienza a empapar dentro del contexto en que se desarrollara la obra. Antes de entrar a las butacas podemos observar cuadros o postales para definir mejor de quienes forman parte del elenco.
En las pantallas laterales del recinto podemos observar destellos de la puesta; lo cual si va calentando el animo de ver un producto de calidad. Al tomar asiento se nos repite una y otra vez el tener los celulares o apagados o en vibrador. (Cosa que parece que a la gente se le diga una y mil veces hay nacos que no entienden, pero en fin.)
Antes de seguir que tal si decimos de que trata la obra:
La bellísima y acaudalada María Ignacia Rodríguez de Velasco, mejor conocida como la Güera Rodríguez, fue una mujer de gran influencia cuya personalidad y conducta escandalizaron a la alta sociedad de las primeras décadas del México independiente.
En esta obra, “La Güera” se hace de una herencia millonaria por medios poco usuales; interviene entre las más altas esferas diplomáticas para tratar de evitar la famosa "Guerra de los Pasteles" con Francia, seduciendo al príncipe de Tourville y debe lidiar con el ambicioso Antonio López de Santa Anna.
Elenco:
•Chantal Andere: “La Güera Rodriguez”
Una gran revelación donde a pesar que ella se encuentra rodeada de un grupo de cómicos de trayectoria destaca con carisma y talento. Aunque tiene pocas escenas dentro de la puesta, no demerita que lleve el primer crédito debido a que su calidad como protagonista es innegable a pesar de tener harto, aunque suene feo, monstruos de la comedia.
Demostrando que hija de tigre pintita; debido a que hace algunos años su madre Doña Jacqueline Andere interpreto con mucho éxito a la emperatriz Carlota.
•Arturo Lorca: “Don Teófilo Prado”
•Carlos Bonavides: “General Adolfo López de Santa Anna”
Después de ser encasillado como “Huicho Domínguez” durante muchos años y sobrevivir a uno que otro escándalo. En varios proyectos de televisión lo hemos observado tratándose de quitar aquella etiqueta que lo llevo al cielo y al infierno de golpe; lo cual he de decir logro hasta su última telenovela “Hasta que el dinero nos separe”.
En esta incursión en las tablas su interpretación del general hace que lo veamos de una manera distinta. Cambio de voz, distinta forma de moverse en el escenario; producto de una dirección y de una historia que lo retan. Una agradable sorpresa.
•Carlos Ignacio: “El Marques de Villalpando”
Podríamos catalogar este personaje como el co protagonista; debido a que es por el que se dan ciertos conflictos y chistes. Un actor junto con parte del elenco que protegen a una Chantal Andere que anda fuera de su fuerte pero que no opaca, si no acompaña a un lucimiento de la obra en su totalidad.
•David Villalpando: “Don Crispin Basurto”
•Don Gonzalo Correa: “Don Filiberto de Contramina Loza, Canónigo”
•Jesús Moré: “Aníbal de los Olmos”
El enamorado de “La Güera”, un lanzamiento estelar de Jorge Ortiz de Pinedo; donde el talento es innegable y sobre todo el ángel de saber actuar que no todos lo tienen. Un gran actor en potencia, me atrevo a decir. Así que ojo.
•Julio Vega: “Don Dimas, El Ministro”
•Martha Ofelia Galindo: “Doña Chole, La cuñada”
El encanto y carisma de esta actriz es reconocido por todo lo alto; quien no recuerda a la maestra canuta. Poseedora de una voz inigualable y sobre todo potente; se presenta ante nosotros el público encandilado y cómplice de las andanzas de “La Güera” para romper el ritmo que llevamos para hacernos ver que no todo el tinte es como lo vemos.
Aunque desaprovechada y explotando ese talento que posee Martha Ofelia es una gran experiencia verla en teatro debido principalmente a que no cualquiera se atreve a añadirle a un personaje los tonos vocales de los que somos testigos. Y ser participe de un chiste que te sorprende y provoca carcajada.
•Rodrigo Murray: “El Príncipe de Tourville”
Aunque hablar de todo el elenco sería un lujo, me atreví solamente a mencionar a quienes considero necesitaba expresar algo sobre su desarrollo en esta puesta en escena. Que a pesar de no ser totalmente comercial; debido a que tiene un tema histórico es una gran oportunidad de conocer parte de lo que se dice de nuestro pasado y reflexionar sobre nuestro presente. Por que eso es lo que nos da el teatro; conocer que somos, que hacemos y adonde podríamos ir.
Se ha trabajado en mejorar esos detalles. Tan mal no creo estarlo haciendo pero es un ejercicio de praxis para mejorar y tener en punto el musculo creativo y la facilidad de romper los bloqueos. 
