martes, 15 de marzo de 2016

#MartesDeGayosso .. Las cicatrices de Ángela

@joselomacias

#ComoDueleAmarteAsí - Fragmento

Mirando a la ventana y respirando profundamente, Ángela, saco su diario del cajón del lado derecho de aquel escritorio. Se sentó, respiro profundamente, comenzó a escribir con cierto nerviosismo. Sus ojos reflejaban mucho miedo y confusión.

Agosto 17 de 2012 

Querida Dulce: 

No sé qué hacer. No sé ni siquiera como afrontar todo esto que está sucediendo. ¿Recuerdas a Eduardo? ¿Recuerdas lo que me hizo? Desde hace horas estoy tratando de recordar si lo vi o lo creí haberlo visto. ¿Sera buena idea que se lo comenté a Diego? 

Si Eduardo quiere explicarme porque hizo lo que hizo, que lo haga, por mi parte quedo perdonado. Yo pude seguir adelante y espero que él lo haga también. Aunque si lo volviera a ver no sabría cómo reaccionar. No estoy segura de que es lo que debo hacer.

 Aunque lo que más miedo me da es lo que suceda si se encuentran los dos frente a frente. Uno de ellos dos siempre perdió el juicio ante situaciones difíciles mientras que el otro me ha enseñado a balancear el instinto con la inteligencia. 

La única respuesta que tengo por certeza es el nombre de quien robo mi corazón. 

Por otra parte esta lo que me contó Mariana la última vez que la vi. Me contó que las pulseras de plata significaban un buen recuerdo para los que fueron del “Café Literario” a Guanajuato pero cuando quise preguntar más detalles me cambio el tema a toda prisa. 

¿Se lo debería contar a los muchachos o qué? ¿Podría sernos de utilidad esto? Aunque lo que debería contarle a “Kiuma”, ya no puedo seguir callando, tiene derecho a saber la cruz que cargo desde hace tiempo. Las cicatrices de mi cuerpo están casi borradas por la huella del tiempo pero las que de verdad duelen, él con su dulzura, su amor y cuidados, poco a poco las ha ido sanando y mi corazón duele de tanto amor que tengo por mi querido Diego. 

Aunque sin duda la barrera que me falta por vencer es lo que Ramón Mendoza me hizo. 

Al terminar de escribir esa última línea, Ángela, con fuerza cerró aquel cuaderno y lo devolvió a su escondite. 

Se acercó a la ventana y al ver como caían las gotas de lluvia caer por el vidrio suspiro al darse cuenta que a pesar del tiempo el recuerdo de Ramón le sigue causando el mismo dolor. 

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