domingo, 22 de agosto de 2010

Museo de la Caricatura

Twitter: @joselomacias

ENSAYO



La tinta está sobre aquel escritorio, las ideas regadas sobre aquella mente creativa. 

El escritor tratando de juntar todo lo que sus ojos ven, lo que su mente razona y sobretodo lo que su corazón percibe.

El lugar es histórico, eso se ve desde que caminas por aquellas calles de un México que se fue. El olor de la tinta quisieras que fuera perceptible desde el instante en que piensas dibujar, pero al menos el deseo de conocer que rodea a esa casona vieja y llena de historia te ha atrapado, por que quieres saber que ocurrió antes, durante y tal ves en el momento histórico de tu nacimiento.

Recorres aquellas escaleras que suben y que bajan, ves aquellos dibujos que te recuerdan un México que se fue, pero que regresa gracias a las opiniones que plasmaron aquellos artistas, primero perseguidos por decir que ocurría y después casi alabados por retratar un país en surgimiento, curioso decir esto sobretodo por que ya habíamos sido conquistados.

En fin, como la buena obra de “Doña Yolanda Vargas”, hemos de dejar historia, si no buscamos dejar un recuerdo de lo que ocurrió en nuestro tiempo como podemos evitar que los hechos evolucionen.

Es decir, que si lo que buscamos es vivir esto llamado periodismo con pasión, cada litografía de este lugar es eso. Un reflejo de la pasión que movió a cada uno de estos caricaturistas a reflejar el que, como, para que y por que, digamos solo unos pocos ya que esto parece un dicho.

Ahora bien, la vida como las opiniones que generamos es una vorágine de subidas y bajadas. Si bien es entendido por todos que lo que sucede hoy, nos afectara mañana, eso me quedo mucho mas claro al recorrer los pasillos de aquella casa.

Mudo testigo de historia prehispánica, de ritos y sobretodo de una historia sangrienta al quedar esta debajo de una casona que poco tiene pero a la vez nos aporta mucho.

Ya que como bien sabemos, todas las paredes, todos los edificios del centro son eso, un ejemplo de donde podemos entender la historia de nuestra sociedad. Como lo podemos hacer al recorrer aquel museo, que pequeño para unos esta lleno de colorido y aprendizaje.

Por que la caricatura, a diferencia de lo que todo mundo podría considerar, no solo entretiene sino también nos permite generar una opinión sobre un hecho específico, que nos quiera contar su creador.

Viene a mi mente la imagen de una tortuga cargando todos los logotipos de los partidos políticos. Que nos genera, de entrada una sonrisa debido a que la entendemos de primera mano.

Pero después una terrible tristeza al saber que nuestro sistema político no ha avanzado al menos lo suficiente para seguir sosteniendo su origen, el de ser democrático. Esto, es una opinión, tener nuestro punto de vista a partir de un hecho que nos hizo pensar y sobretodo que este pensamiento tiene un fundamento para cada uno de nosotros.

Ver aquellos dibujos, entender aquellas circunstancias pero sobretodo reconocer que mucho de lo retrato ha vuelto a suceder me hace preguntarme ¿Qué clase de sociedad somos?

¿Una sociedad mediocre?
¿Un conjunto de personas sin criterio?

Por que digo, si alguno de los medios que tienen el control de las masas, lanza algún concepto del agrado de las mayorías esto se vuelve noticia, cuando lo que debemos estar siempre pendientes es que ocurre en nuestra sociedad; no si tal o cual fulana se dejo de acostar con perengano o zutano.

¿Acaso somos meritorios de dar juicios? Si nuestra propia sociedad esta marcada por una profunda ignorancia, que muchos creen que por leer las revistuchas de novedad serán personas cultas.

La única realidad es que las pequeñas cosas, como las caricaturas nos aportan un conocimiento que no todos deseamos pero que pocos somos capaces de decantar y procesar para nuestras propias historias personales.

Buscar este blog