¡Un nuevo #MartesDeGayoso más! Pero este sin duda es diferente. Pues se cumple una vuelta más al sol. Una vuelta al calendario donde se han pasado por diversos estados desde físicos hasta mentales pero como dice una canción ¡Aquí seguimos!
Celebrar mi cumpleaños no es algo que haga a menudo. No es algo que me quite el sueño pero tras lo acaecido en 2020 pues me dije, mi mismo, hay que hacer más ruidos en estas redes total, ¿Qué se puede perder?
Me da gusto decir, que lo que más acongojaba, a mi querida Doña Luchi ya se ha ido trabajando desde aquel lejano 14 de Enero. Si bien estamos lejos de llegar al nivel de complicidad que tenía con ella, se puede presumir, que la comunicación con mi padre ha mejorado mucho y eso se debe celebrar bastante. Basta con recordar algunos episodios del pasado para entender.
Los amigos son la familia que se escoge.
De mi lado laboral puedo decir que tengo deudas pendientes por saldar. No me refiero a un tema de efectivo si no más a que el covi, como dijera una tía del internet, me corto el ritmo laboral que llevaba de manera ininterrumpida desde que salí del ahora qepd PART. Pero que más pronto esto último quedara finiquitado.
La verdad, si debo admitirlo, me gusta trabajar ya que disfruto de tener mi mente ocupada en el día a día así como la convivencia, con confundir con bebencia, con el equipo de trabajo y las risas que se provocan en el equipo. Seguro estoy que la Bere, el Johany, el Omar por decir algunos seguro extrañan la risa de megáfono que tengo. Y que rompía, sin presunción decir, la monotonía de aquella oficina que compartíamos.
La vida es simple, pero insistimos en hacerla complicada
Sí, por culpa de aquel bicho, quede sin trabajo. Pero valga la aclaración decir que en el pasado Enero pedí un cambio y se me concedió. Un cambio que se sigue trabajando y que aunque he pasado por claroscuros veo una luz al final de este sinuoso túnel pandémico.
Extraño las salidas por café, las risas del grupo de trabajo y la rumba (aunque no sea mi plan de todos los fines de semana). Pero lo que quiero seguir repitiendo son al menos por ahora las llamadas con mi querido “Café Literario” qué tras esa última llamada me llenaron el corazón de gozo y recobre fuerzas. Así como sucedió cuando hable con “Akela” y con “Shada” mis hermanos de vida que justo provocan el mismo efecto.
Una vuelta más al sol, una cana más viejo. Pero eso sí, se promete, seguir en la pelea con mis demonios para hacerlos aliados. Y como algunos varios saben que de este pechito seguirá saliendo la risa que rompe con la seriedad de la vida. Y no por creerme comediante, sino, por que disfruto vivir la vida a la ligera.
La sabiduría viene de la experiencia.
La experiencia es, a menudo, el resultado de la falta de sabiduría