Muchos dicen y no les quito la razón, "deberías escribir las ideas en alguna libreta", lo he intentando una y otra vez ... pero confieso que cuando las reviso ya no me convencen y al momento de volverlas a leer ya que resultan conceptos sin la misma fuerza de la que pensé en un principio.
Una y mil ideas. ¿Como usarlas? ¿En que usarlas?
En alguna ocasión tenía mil ideas alborotando mi cabeza pero ... confieso ... ante mil y un distractores no encontraba la manera de que aquellas tuvieran una conexión o de perdida una lógica.
¿Como solucionarlo? La respuesta creo yo es simple. Tan simple, si lo es, aunque parezca difícil de creer.
Y aunque un verso pareciese lo realmente importante es que al momento de generar ideas y estas llevarlas a algo escrito sea real, ficticio o de opinión. Confieso que si en primer tiempo es un reto pero a la vez es un método terapéutico para seguir aprendiendo, comprendiendo y seguir adelante.
En alguna ocasión, si aunque no parezca, frente a un grupo de extraños comencé a contar mi forma tan particular de escribir. Unos me veían con curiosidad mientras que otros con cara de no comprender que mi mente veía a cada uno de los personajes que voy creando en algún relato y que ellos me van "diciendo", por así decirlo, la forma en que la idea de origen debe ir madurando para llegar a buen puerto.
Y si, quien me conoce bien, sabe que no soy de hablar con extraños en un primer momento. Aunque en esa ocasión he de reconocer que aun a pesar del tiempo no logro comprender que me sucedió. Pero sin duda esa idea, momento, experiencia me permitió comprender que al paso del tiempo vea las cosas de una manera totalmente diferente y sobretodo seguir el camino de este aprendizaje llamado vida.
Letras, letras y un poco de más de ideas ha sido el camino que mi mente loca y calmada algunas veces me ha permitido aprender, comprender y a analizar cada uno de los aspectos que me rodean.
¿Es difícil escribir? ¿Vale la pena escribir?
Curiosa pregunta...
¿Hay alguna respuesta?
En honor a la verdad. Si, existe y todos la podemos encontrar, solo es cosa de conectar lo que la mente observa, creer, escucha, analiza o al menos en teoria con el sentimiento que emana del corazón. Lograr esta conexión es difícil pero al hacerlo el reto de escribir en una hoja en blanco deja de ser complicado para convertirse en algo fabuloso.
La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir. - Camilo José Cela (1916-2002) Escritor español.
