El vuelo sigue su rumbo ... 14 de Enero de 2014

 @joselomacias

Ya tu me querías si haber nacido,
Perdona si te herí en la vida,
Me rindo ante ti madre querida,
De parirme vivo agradecido.

(Fragmento)
 
El vuelo de los pájaros es tan curioso como a la vez tan lleno de nostalgia. Hay veces que los miro, los observo y me permite soñar con las aventuras que pudimos haber vivido y las anécdotas que nos faltaron por escribir. 

Pero también sé que en ese cielo tan infinito están los recuerdos de lo que vivimos, de lo que platicamos, de lo que me aconsejaste y claro de los jalones de orejas que me diste. 

 Mijito, le tengo tanta envidia a la libertad del ave...
 
Cuando mi madre, mi querida Luchis, me lo dijo aquel ya bien lejano 28 de Diciembre no lo entendí del todo. Sabía que a ella le llamaba la atención la inmensidad del cielo pero con el paso de los granos de arena he ido entendiendo poco a poco lo que significa la libertad y el vuelo del ave.
 
Caen las hojas, pasa el tiempo pero no dejo de extrañarte. De extrañar tus llamadas para saber si estaba bien, si estaba por salir o si ya había comido. ¡Carajo!, ya sé que no debo de usar groserías, pero tener mi teléfono mudo y no escucharte me pesa mamá. Ya que después de todo lo que paso te volviste mi mayor apoyo para levantarme de nuevo.
 

Pase, lo que pase, yo siempre estaré contigo.

 
Esas palabras y tu abrazo desde esa noche me han dado fuerza y me han ayudado a mantenerme sereno. Pero sabes te extraño. Ese dolor de no escucharte hay días en que me taladra el corazón, pero hay otros en que solo quisiera abrazarte, escuchar tu voz para sentirme mejor.

Pero recuerdo que por más dura que este la lluvia siempre el sol volverá a salir.

Sin duda me falta mucho por aprender y gracias por poner en mi camino a esas personas que con una frase de aliento, un abrazo solidario o por el simple hecho de formar parte de mi vida me dan oportunidad de crecer, de aprender y de seguir escribiendo nuevas páginas en esta historia que tiene mucho por escribir.
 
La libertad del ave... el simple hecho de poder ver al cielo y darme cuenta que no estoy solo. Que desde la estrella más brillante hasta el más lejano rayo de sol estas conmigo. Aconsejándome y enseñándome a seguir volando.

Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza.

Friedrich Nietzsche