@joselomacias
El vuelo de los pajaros es tan curioso como a la vez tan lleno de nostalgia. Hay veces que los vemos y eso nos permite soñar con los paisajes que pueden o lo que uno quisiera poder hacer.
Mijito, le tengo tanta envidia a la libertad del ave ...
Así me dijo, mi madre, mi querida gran señora aquel 28 de Diciembre. Al escucharla no entendía o no quería buscarle un significado a sus palabras pero ahora a un año me doy cuenta de lo que significa ahora voltear al cielo y ver el vuelo de esa ave.
Muchas veces he tratado de recordar lo que paso aquel día, tratar de hilar lo que hice aquella mañana, pero ella tan sabia me hizo darme cuenta que la tristeza debe llevársela el viento. Es como si al levantar el vuelo el águila se llevara mis penas y me permitiera ver lo que había por delante.
Nuestro último recuerdo es ese cruce de miradas donde yo envuelto en un nerviosismo evidente y en lo que tu llamarías, el drama que me gusta ponerle a las cosas, te proponía planes a futuro para que juntos los hiciéramos como muchos otros que hicimos. Al ver tus ojos tan llenos de amor lo que yo sentía se fue como el aleteo de un ave al levantar vuelo.
Confieso que a pesar de que el mundo me gritaba que yo debía salir, de enfrentarme a lo que venía ... yo sostenía una batalla interna donde el miedo me vencía como si estuviera atrapado en el más violento de los aguaceros. A pesar de que la mañana era linda, el sol estaba radiante mi corazón se sentía destrozado con la solo idea de imaginar que ya no vería esos ojos nunca más.
Pase, lo que pase, yo siempre estaré contigo.
Esas palabras volvieron como el renacer del fénix al saber que no te escucharía de nuevo. Tal y como sucedió aquella ocasión en que me dijiste esas palabras la primera vez.
La tristeza por la noticia se alejo de repente para gracias a la fuerza de tus palabras y al cariño de todos los que forman mi familia. Las lagrimas me ayudaron a liberar mi tristeza pero también a tranquilizarme. Ordenar mis ideas para seguir escribiendo esta historia que empieza.
Sabes, paso todo lo contrario a lo que muchos pensaron, no me tire al drama como quizá estuviera justificado hacerlo. Pero como tu y yo sabemos madre querida me enseñaste a ver que los momentos de intenso dolor son las mejores oportunidad para levantar el vuelo y seguir adelante como si de un nuevo amanecer se tratase.
Sin duda me falta mucho por aprender y gracias por poner en mi camino a esas personas que con una frase de aliento, un abrazo solidario o por el simple hecho de formar parte de mi vida me dan oportunidad de crecer, de aprender y de seguir escribiendo nuevas páginas en esta historia que tiene mucho por escribir.
La libertad del ave... el simple hecho de poder ver al cielo y darme cuenta que no estoy solo. Que desde la estrella más brillante hasta el más lejano rayo de sol estas conmigo. Aconsejándome y enseñándome a seguir volando. Por que esa es la lección más importante que te aprendí. No dejarme caer a pesar de lo más fuerte que este lloviendo.
Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza.
Friedrich Nietzsche